Volver a nacer en Mérida
Desde la diáspora de Mérida, donde vive quien escribe este blog, al abrir un libro sobre los últimos años del siglo XX en Mérida, se siente algo especial desde las manos que sujetan el libro hasta los ojos que han visto y vivido la ciudad durante una parte importante de la vida de uno. Cierto es que aún no había nacido en la época en la que se sitúa el libro de Antonio Salguero, pero sí que empieza la memoria a atar cabos y reconocer nombres y lugares.
«Mérida Laboriosa» (ed. Emerita Nova, 2020) es el segundo volumen de la Trilogía (o quizá Tetralogía, a continuación lo explico) que empezó Salguero en 2018 con «Mérida Abarcable» (ed. Ayuntamiento de Mérida), tratando este título la década entre 1950 y 1960. En esta ocasión «Mérida Laboriosa» avanza a la década entre 1960 y 1970, tiene previsto desarrollar otro volumen sobre este título y esta década para posteriormente culminar con «Mérida Festiva» sobre la década 1970-1980.
En este volumen Salguero centra principalmente su mirada en la parte laboral de la ciudad, sin dejar de lado otros aspectos como el ocio, la cultura, el deporte o la enseñanza, que también tenían su aspecto empresarial o de formación laboral. A diferencia del primer volumen de la trilogía que era más genérico, Antonio Salguero selecciona más estos aspectos, recordando empresas, comercios tradicionales, condiciones obreras, costumbres, tendencias,… de una Mérida que se movía tratando de buscar su identidad, para pasar de ser una ciudad con una economía principalmente agrícola a una ciudad industrial. Como ejemplo, este aspecto llega hasta el punto de influir en el nombre del principal equipo de fútbol de la ciudad que pasó de denominarse Sociedad Deportiva Emeritense a Mérida Industrial C.F.
A lo largo del libro vamos conociendo datos que nos ilustran dicho cambio, como el rápido crecimiento de la población que exige mejoras en la calidad de vida, o la demanda de formación laboral con la ampliación o la creación de nuevas instalaciones de los centros ya existentes, tales como la Escuela de Maestría, Formación Agraria y Artes y Oficios, incluso la instauración del Instituto Nocturno de Enseñanza Media para atender la demanda formativa de los propios trabajadores. Incluso el propio Cuartel de Artillería se llega a convertir en un centro de formación más. Ilustra este movimiento el ejemplo de que, al aumentar el número de vehículos, tractores, máquinas industriales y electrodomésticos «existe una «necesidad imperiosa de técnicos cualificados». Algo que crece por la demanda de los propios trabajadores.
Apartado importante, ahora que hemos visto como desgraciadamente cierra uno de los más tradicionales de la ciudad, la Confitería Gutiérrez tras 193 años de actividad, y que nos inundan las grandes marcas y franquicias, es el dedicado al «pequeño comercio», donde encontramos un completo catálogo de dichos establecimientos en las calles más comerciales y un completo apéndice con otros muchos del extrarradio. Este apartado es lo más parecido a un viaje en el tiempo por la plaza, la calle Santa Eulalia y sus aledañas. De igual manera, podemos ver cómo va creciendo el tejido empresarial que ve una oportunidad de dar salida a productos y proveer de empleo a los jóvenes que se estaban formando. Es curioso ver en estos dos apartados, los anuncios publicitarios y las demandas de trabajo publicados en los medios de comunicación de la década, donde podemos observar cómo han cambiado las costumbres, las preferencias y las exigencias hacia los empleados.
De entre todo este tejido empresarial de la ciudad llama la atención el caso del cine, el cual merece un apartado propio en el libro de Antonio Salguero. La demanda de este tipo de ocio lleva a la existencia de hasta nueve cines distintos entre salas fijas y cines de verano. Antonio Salguero aquí invita a la memoria y hasta la nostalgia del lector describiendo los espacios y las películas que se proyectaban año a año. Y es que ¿a cuántos de nosotros nos han preguntado eso de «y sin internet cómo os entreteníais antes»?
Antonio Salguero escribe en presente, ayudando al lector a situarse en la década. Como buen profesor, va guiando al lector en el itinerario temporal. El volumen incluye fotos, al menos una por página, de su archivo personal y aportaciones de distintos fotógrafos emeritenses, empresas y familias particulares. Acompaña al libro distintos apéndices que completan la información y, en algunos casos, ayuda a entender algunos datos. Además ha contado con la valiosa información de distintos autores y cronistas que ya habían realizado trabajos parciales entorno a aspectos concretos de la vida en la ciudad y a los cuales menciona y reconoce a lo largo de la obra. La experiencia del autor en la docencia (tanto en la Enseñanza Secundaria como Universitaria), la crítica literaria o la creación poética con numerosas publicaciones en estos diferentes ámbitos resulta una garantía para el lector.
Como cita al comienzo del libro mediante un texto de «Reloj de Arena» de Rafael Rufino Félix
«Mérida es, anímicamente la patria de los mágicos recuerdos, de la ensoñación. Donde hemos pasado los años de niñez y adolescencia».
Reloj de arena, Rafael Rufino Félix Morillón, 1994
En mi caso, y desde la diáspora, es así y esta obra que, desde 2018, está realizando el profesor Antonio Salguero Carvajal no hace otra cosa en el lector sino volver a nacer en Mérida.
TEXTO: F. Javier Carmona
TRILOGÍA «MÉRIDA, AYER AUGUSTA EMERITA», por Antonio Salguero Carvajal.
Vol. I – Mérida Abarcable (1950-1960). Ed. Biblioteca Juan Pablo Forner, Ayuntamiento de Mérida, 2018
Vol. II – Mérida Laboriosa (1960-1970) Tomo I. Ed. Emerita Nova, 2020
Este volumen está disponible en las principales librerías de Mérida.
En preparación:
Vol. II- Mérida Laboriosa (1960-1970) Tomo II
Vol. III- Mérida Festiva (1970-1980), título provisional.
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